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LA BIBLIA

El alimento básico para el cristiano es la Palabra de Dios. Por eso nuestra vida dependerá de cuanto la conozcamos y la obedezcamos. 

El haber recibido a Cristo como Señor y Salvador es la decisión más importante de nuestra vida. Cuando recibimos a Cristo, nacimos en la familia de Dios y recibimos todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana abundante. Ahora, usted ha comenzado la nueva vida como un bebé espiritual y necesita acrecentar la madurez en Cristo.


Así como la vida física requiere de alimentos, aire, descanso y ejercicio, así también para experimentar una vida espiritual saludable tiene sus condiciones para su crecimiento y vitalidad. Una comparación entre la vida física y espiritual le ayudará a entender esto.

La palabra de Dios

La Biblia

La palabra de Dios

El alimento básico para el cristiano es la Palabra de Dios. Por eso nuestra vida dependerá de cuanto la estudiemos, la conozcamos y la obedezcamos.

Para tomar con firmeza un libro debemos tomarlo con todos los dedos de la mano. Así mismo para que la Palabra de Dios tenga firmeza en nuestra vida debemos tomarla por cinco vías de alimentación.

Vías de alimentación

Leer la palabra de Dios

Alimentarse de la palabra

Consideremos brevemente cada vía:

  1. Oír la Palabra de Dios “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” Romanos 10:17
    ¿Por qué es importante oír la Palabra de Dios? Es importante, porque de esta manera aumentamos nuestra fe.
  2. Leer la Palabra de Dios
    Nehemías 8:8 “Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura.”
    Es fundamental leer la Palabra de Dios y ponerle sentido a la lectura.
  3. Estudiar la Palabra de DiosHechos 17: 10- 11 “Inmediatamente, los hermanos enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos, habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”
    ¿Qué ejemplo nos dan los cristianos de Berea? Escudriñaban las escrituras para cerciorarse si lo que Pablo decía era cierto.
    Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.”
    ¿A qué nos exhorta el Señor Jesús? A estudiar las sagradas escrituras.
  4. Memorizar la Palabra de Dios
    Salmos 119: 11 “En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.”
    ¿Qué ejemplo recibimos del salmista? Guardar la Palabra de Dios en nuestro corazón.
  5. Meditar la Palabra de Dios
    Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
    Los rumiantes son animales que después de haber ingerido sus alimentos los regresan a la boca para digerirlos mejor. En el área mental el rumiar es recordar insistentemente un pensamiento; en el área espiritual, meditar en la Palabra de Dios.

El tiempo devocional

Tiempo a solas con Dios.

Tiempo devocional

El tiempo devocional es un “tiempo a solas con Dios” es estar delante del Señor para que Él nos hable por medio de su Palabra, como lo expresa en Salmos 5:3

“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de tí, y esperaré.”

Las siguientes sugerencias pueden hacer más fructífero su tiempo devocional:

  1. Aparte un tiempo no menor de 15 minutos diarios para el tiempo devocional, preferiblemente en la mañana, antes de meterse en el trajín de la vida diaria.
  2. Busque un lugar adecuado donde no haya interrupciones.
  3. Puesto que reunirse con Dios es un privilegio maravilloso, debe buscarle con expectación y agradecimiento.
  4. Comience en oración y póngase acuerdo con Dios, no permitiendo que algún pecado Interrumpa su comunión con El Salmo 66:18 “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado.”
  5. Elija un corto pasaje de la Palabra de Dios para meditación. El hacerlo sistemáticamente y no escoger pasajes al azar es mucho mejor. Le sugerimos comenzar a leer sistemáticamente todo el Nuevo Testamento.
  6. Busque lo grato de los “dichos de Dios” por medio de la meditación. Como decía un siervo del Señor George Müller (predicador y misionero inglés): “comprobé que lo más importante que debía hacer era entregarme a la lectura de la Palabra de Dios y meditar en ella, a fin de que mi corazón fuera confortado, aconsejado, animado, reprendido e instruido y así por medio de la Palabra de Dios experimentar comunión con Él.”
  7. Agradezca a Dios por lo aprendido y dispóngase a obedecerle.
  8. Por último, interceda al Señor por otros. Si escoge este mismo tiempo para ese fin, la cadena de oración personal y la que le entregamos mensualmente en la iglesia es lo más indicado. Debemos dejar abierto nuestro corazón a alguna petición especial de oración que el Espíritu Santo nos ponga en ese momento o en el transcurso de ese día.
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