El haber recibido a Cristo como Señor y Salvador es la decisión más importante de nuestra vida. Cuando recibimos a Cristo, nacimos en la familia de Dios y recibimos todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana abundante. Ahora, usted ha comenzado la nueva vida como un bebé espiritual y necesita acrecentar la madurez en Cristo.
Así como la vida física requiere de alimentos, aire, descanso y ejercicio, así también para experimentar una vida espiritual saludable tiene sus condiciones para su crecimiento y vitalidad. Una comparación entre la vida física y espiritual le ayudará a entender esto.